El consumo regular de los champiñones ayudan a la ingesta de vitamina A y C, vitaminas del complejo B y en minerales (selénio, calcio, yodo, fósforo). La vitamina B promueve la protección de la piel, la visión y el sistema digestivo, mientras que el selenio, por ejemplo, protege la tiroides, refuerza el sistema inmunológico y es un importante antioxidante.